viernes, 16 de junio de 2017

Trilogía del muchacho

  • Voy a suicidarme
  • ¿Cómo?
  • Cómo diablos voy a saberlo, nunca lo he hecho
Te deja pasmado.

Desde que era muy muy adolescente, cuando casi marca mi vida un tipo como Knut Hamsum, los nórdicos han ejercido una enorme atracción y, de alguna manera, han marcado lo que pudiera llamarse "mi estilo".


No deja de ser extraño, o contradictorio, que los nórdicos y los victorianos (Hamsum, y ahora Mankell, y Wilde) sean esa especie de foco que tanto me atrae. No hay formas ni conceptos tan opuestos como los que enfrentan la simplicidad descarnada con el barroquismo dandy, pero ahí está la realidad.

La trilogía de Jon Kalman Stefansson no es solo la de un nórdico sino la de un islandés, que ya es el colmo, y puedes sentir el frío de la ventiscas o la tragedia de la oscuridad en una barca como si fuera tu propia piel la que está en juego.

Ese planteamiento lúcido y sobrio, ese ahorro de palabras, ese "lo que hay que hacer", esa fortaleza de convicciones... qué horas acaban de hacerme pasar.

miércoles, 7 de junio de 2017

De Muxía al Fin Del Mundo

Se cuenta que en un pueblo perdido, de esos donde parece que jamás pasa nada, había un pastor que salía cada mañana al monte para cuidar su rebaño. Estaba allí solo toda la jornada y, al regresar por la noche, contaba a todo el mundo lo que soñaba haber vivido:
  • Aventuras con extraterrestres
  • Luchas encarnizadas con lobos
  • Árboles que se juntaban en un coro para hacer concursos polifónicos
  • Pájaros fantásticos que le traían frutos exóticos de lejanos huertos
Estos relatos eran el acontecimiento de cada noche y todos los vecinos del pueblo depositaban en ellos la esperanza de una pizca emoción en sus rutinarias vidas.

 Un día, mientras el pastor sesteaba en el monte, escucho un silbido que salía entre dos rocas; al acercarse quedó cegado por una brillante luz de la que salió un hada bellísima. Le besó y, cogiéndole de la mano, se lo llevó volando más allá de las nubes del horizonte.

 
En aquel lugar, jugó con ninfas casi transparentes a juegos donde todos ganaban, se introdujo dentro de las piedras para ver como palpitan sus corazones, escuchó la música más dulce emitida por unos pequeños animales que solo se alimentaban de ella...

Y así pasó una jornada de placer y descubrimientos hasta que, al atardecer, un grupo de sus nuevos amigos le llevaron en brazos hasta su rebaño mientras le colmaban de caricias.

Llegada la noche, los vecinos fueron acercándose a su casa ávidos de conocer las aventuras de cada día.

- Pues no, hoy no he visto nada - les dijo por primera vez el pastor.

Yo he caminado hoy muchas horas a lo largo de toda A Costa Da Morte, desde Muxía hasta acabar en Finisterre y, como hay cosas que es imposible contar, solo puedo decir que "en esta jornada no he visto nada".

Y como esto es, desde muy antiguo, el Final del Mundo, pues ya no se puede ir más allá y aquí termina por tanto mi Caminho Portugués. 

Vuelvo a casa contento y enriquecido, para continuar otros buenos caminos que dejé interrumpidos y comenzar docenas de otros nuevos. Unos y otros sin flechas amarillas, pero eso no es ningún problema porque, al fin y al cabo, la cosa consiste en dar un paso después de otro.

martes, 6 de junio de 2017

De Olbeiroa a Muxía

Ahí está! Ese mar... como con los mejores amigos, muchas veces no te das cuenta de cómo lo echas de menos hasta que vuelves a verlo pasado un tiempo. Unos kilómetros antes de llegar ya lo estaba oliendo. Estar aquí, con esta costa tan impresionante y cargada misterio, con clima perfecto, ruido perfecto, luz perfecta... un verdadero privilegio haber podido terminar la tarde con casi una hora de sentada de blanquito. Seguro que no sabré explicarlo, pero tras unas semanas llenándome y llenándome, hoy sentía necesidad de vaciar. Es como el ritmo de inspirar y expirar.


Y jornada de reconciliación total con el Camino tras el fiasco de ayer. Desde las primeras e inciertas luces, el monte me ha parecido noble y sereno; nos hemos llevado bien durante ocho horas de caminata. Tan bien nos hemos entendido entre los dos que no me ha apetecido parar a tomar el segundo desayuno, y más que caminar parece que he estado paseando despacito y disfrutando de lo que me entraba por todos los sentidos.

Si no fuera por la mochila, seguro que habría paseado con las manos en la espalda, como esos jubilados que vigilan el desarrollo de las obras del barrio o el progreso de los jugadores de petanca.

Como colofón de la calma, en no me acuerdo que aldea he visto una hilera de mujeres sentadas al sol haciendo encaje de bolillos. Se reían cuando les decía que me transportaban a sesenta años atrás, y es que la mayoría de ellas no habían nacido hace sesenta años. Aviso de la actualización de este encaje: ahora hacen con él fundas para el móvil o para el paquete de Kleenex; bastante cursis, he de decir. Esto ya no es lo que era.

Son preciosas las leyendas de A Pedra d'Abalar, con su vida propia y sus movimientos llenos de criterio, y de todas las otras piedras de los alrededores. Luego, los cristianos hacen sus simplonas adaptaciones con lo de la visita de la Virgen María a Santiago viajando en una barca de piedra, pero pierden mucho respecto a las originales.


 


En Muxía tienes la sensación (palpable como una certeza) de estar en un lugar viejo viejo lleno de energías que empapan cualquier cosa. Comprendo que le resto poesía, pero las energías llevadas a todas las tabernas del puerto hacen una combinación excelente.

Bom Caminho




lunes, 5 de junio de 2017

De Negreira a Olveiroa

Largo, tediosísimo e incómodo trámite de treinta y tantos kilómetros.

Un trámite es aquello que necesariamente tienes que hacer y cuya realización no produce satisfacción alguna, excepto​ el mero hecho de terminar su tramitación. Esa es la historia del día.

  • Pero, al menos ¿es una ruta plana?
  • Pues no exactamente, muchas subidas y bajadas, de esas que no te das cuenta hasta que notas que te falta la respiración.
  • ¿Y ha hecho buen tiempo?
  • Pues no exactamente. Voy en camiseta porque tal vez tengo calor y, de repente, estoy helado. Parece que la niebla trae gotitas hasta que, de repente, estás calado.
  • Al menos sería bonito
  • Pues no exactamente. Campo muy agrícola sin gracia y, salvo alguna excepción, las construcciones eran todo un muestrario del "feísmo gallego". Este es un término que no me invento yo ni existe necesariamente fuera de Galicia, comprueben con Wikipedia. Claro, la naturaleza hace por si misma tal ostentación de elegancia y armonía que el listón está realmente alto; hace falta estar muy preparado para no caer en aberraciones cuando se trata de superar un nivel tan alto.

El caso es que poco después de las once, cuando ya estaba helado y calado hasta los huesos, se ha puesto bestia con la lluvia horizontal, y ahí no valen ni chubasquero ni nada. Así hasta las cuatro y media en que me he metido en este sitio.

No es que sea el mejor (tiene poco de todo lo que puedas imaginar, y que es muy distinto de "un poco de todo") pero ya no puedo con tanta agua, no solo la ropa puesta con los interiores incluidos, sino que me temo que toda la mochila y el saco están igual. Este es un sitio de peregrinos y en Galicia, y no tiene donde colgar ropa a cubierto, por poner un ejemplo.

Bueno voy a ver lo que puedo hacer. Bom Caminho de todos modos, y mañana más.

domingo, 4 de junio de 2017

De Santiago a Negreira

Podría haber sido un desastre, pero el diseño de las travesías por las incontables urbanizaciones se ha hecho de manera bastante razonable.



También hay que decir que el mantenimiento del Camino por parte de la Diputación es excelente, porque con lo que llueve por aquí, si no se prepara bien se convertiría en intransitable en dos días.


A pesar de lo suave, no se puede ir de pardillo, si tu itinerario atraviesa un sitio que se llama "Trasmontes", pues agárrate el colon, porque promete, y vaya si ya cumplido con su promesa!. 

Y bueno, hoy día de mucha calma en el buen albergue, la noche ha sido movidita entre el fútbol, fiestas locales y el desmadre del sábado, y todo ello vivido como afectado y no como participante.

A descansar, bom Caminho

sábado, 3 de junio de 2017

De Iria Flavia a Santiago

No es que sea muy larga, solo 24 km, pero he tenido que hacerla a la carrera porque no me aguantaban la reserva de mi albergue favorito más tarde de las 14 h. Ni para un café con meadita he podido hacer pausa.

Y ya estoy aquí. Santiago está a reventar de gente porque siempre la hay, porque todavía no hay vacaciones para los estudiantes y porque es fin de semana. Encima hay algún tipo de festejo marítimo/militar y está lleno de guardamarinas vestidos de bonito.


 

Por otro lado, las sensaciones en Santiago han sido algo diferentes​, tal vez por haber sido un camino más corto o porque tengo la cabeza puesta en A Costa Da Norte, donde voy mañana en una extensión de tres o cuatro días más.

Aún así, la magia de esta ciudad está por encima de esas circunstancias y siempre me invade esa sensación de estar pasando una experiencia o un momento mítico. Es tremendo el peso que tienen aquí las connotaciones del escenario.


 

Y hablando de escenarios, no comenté ayer nada sobre el escudo de armas que se diseño Don Camilo cuando le hicieron Marqués de Iria Flavia. Ahí está presidiendo la fachada del Palacio de la Fundación Camilo José Cela. No me ha pasado desapercibido, aunque tengo que poner la cabeza a trabajar un rato durante la caminata de mañana para descubrir qué es exactamente lo que siento. De momento, me parece tener una sensación un poco incómoda.



Bueno, a patear Santiago un poco más. Bom Caminho.






viernes, 2 de junio de 2017

De Caldas de Reis a Iria Flavia

Pero ¿cómo puede ser tan dulce y tan bonito este país?

Atravesando valles y pueblos hay una impresionante variedad de colores, de texturas y de espectáculos donde me quedaría apoyado en los bastones como si fuera el pastorcillo de un belén.


Sitio para dejarse ir, tranquilo.

En un camino carretero me ha abordado un tipo con una moto para decirme en inglés que acaba de abrir un nuevo albergue al principio de la semana, y que tiene que publicitario así porque aún no está en ninguna guía ni ha hecho carteles. Eso son puntos a favor del sitio.


Luego ha seguido con su discurso en inglés contándome la historia de Iría Flavia, lo de la barca de piedra, lo del miliario romano y lo del premio Nobel de Cela. Vamos, todo menos lo de los pimientos de Padrón. Se lo ha currado tanto que me ha convencido para pasar allí la noche.

Pero me ha dado que pensar el muchacho. Por un lado, está bien que se lo curre, y le he seguido la bola también en inglés, con lo que se habrá quedado tan contento de lo bien que entiende. 

Por otra parte, ya vengo quemado con los malditos tópicos ingleses sobre si los españoles son o los españoles no saben. Tópicos de ignorantes basados en lo poco que conocen del Poniente almeriense o de cuatro días por caminos de la Galicia profunda. 

¿Que hablarán los campesinos de sus respectivos países, a igualdad de contextos? Hoy me justificaba un guiri que había que saber inglés porque es el idioma más hablado.... Pero que bestia, según eso deberíamos hablar todos en chino (y luego en español). En fin, no hagamos sangre del tema y veamos lo del idioma oficial de la Unión Europea después del brexit.

Mañana en Santiago, y no es hoy por pura pereza, porque bien a tiro de piedra que lo tengo.

Bom Caminho.

jueves, 1 de junio de 2017

De Pontevedra a Caldas de Reis

¡Qué fácil! Llana, con bosque o viñas, con sitios de cañas por medio, con suelo cómodo... después de la matada de ayer, esto era exactamente lo que necesitaba.

 

Podría hacerse 10 km más larga sin problema, pero algo habré hecho mal porque tengo muy resentidos los empeines de ambos pies. Hoy he hecho todo el día con las zapas y espero que el trazado me permita seguir así al menos hasta Santiago para que se repongan bien y poder continuar.

¿Recuerdan al hombrecito que en los anteriores Caminos iba siempre un par de metros por delante para guiarme? Desde que me dirijo hacia el norte ahora va siempre a mi lado. 

Eso facilita bastante el diálogo. Le voy contando cosas, me escucha con paciencia y tiene una actitud muy colaboradora. En el peor de los casos, cuando digo una tontería muy grande me mira en silencio e intuyo que sube una ceja.

Es un compañero de viaje ideal , aunque no siempre está presente y tiene especial aversión a los nublados.




Bom Caminho.


De Mos a Pontevedra

Diálogo auténtico de esta mañana:

-"Hace mucho que no veo flechas amarillas desde que empecé a atravesar el pueblo ¿puede por favor decirme por donde sigue el Camino?"

-"Hay una en aquel cruce, a unos 400 m, pero no  si será amarilla o azul"



¡Joder, no juguemos con eso, porque una amarilla me lleva a Santiago y una azul a Fátima. No sé si es demasiado sutil la diferencia!

Buena caminata, de los 30 km, 25 han sido de una montaña rusa, con subidas largas de esas que ya no sabes que músculo apretar, y con bajadas de vértigo de esas que ponen a prueba a las rodillas y las uñas de los pies.

Cansado, naturalmente.


Al pasar por Arcade he tenido un breve encuentro con el mar, que no veía desde hace una semana y no lo volveré a ver hasta​ que no llegue al Fin del Mundo, dentro de la semana más.

Bueno, a descansar. Hoy me hacen de hospitaleros Yayo y Melina en su casa. "Galicia Calidade".

Bom Caminho.