Ya una semana desde el regreso, y claro que da gusto! Tanto
que parece que aquella experiencia de los caminos, los albergues, las etapas y
los esfuerzos pasó hace siglos.
La percepción de que hace mucho tiempo es sólo cronológica,
no de vigencia. La vigencia la noto en una especie de expectativa de que todo
esto ha de salir por alguna parte.
Pero voy despacio, es un caminar diferente. Las cosas las
miro con calma, los días se me escapan entre los dedos.
Al “hay que” no acabo de encontrarle demasiado sentido