jueves, 25 de febrero de 2016

Relaciones

Leído en el último de Salvador Pániker:
Tengo setenta y cinco años y, eso sí, en algunos aspectos soy más sabio que antaño. Por ejemplo, sé muy bien que es un error pretender una "comunicación total" con otro ser humano. Ni siquiera una "comunicación amplia" es frecuente. Lo razonable es contentarse con pequeños canales de comunicación, que son diferentes para cada persona con la cual tratas. Así, con unos te sientes unido por un tipo de humor, con otros te entiendes en lo político, con otros en lo estético, etc. Lo que resulta improbable es entenderse, a la vez, en el humor, en lo político, en lo estético, etc. Localicemos, con cada persona, los canales de comunicación que funcionan, y dejemos el resto a las buenas maneras.

Y sí, naturalmente, esto es una de esas cosas tan obvias que cuesta mucho expresar bien, a no ser que escribas como Pániker, el muy canalla.

Así que no puedo dejar de estar de acuerdo. Lo que pasa es que el término "relaciones" es un poco más complejo. Mucho, muchísimo más complejo.

La fórmula que propone Pániker es perfectamente válida para las relaciones sociales, las de conveniencia (en toda su extensión), las circunstanciales, las efímeras, las limitadas, incluso algunas de la no elegidas, pero ¿qué sucede cuando se traspasa esa piel y la relación comienza a tocar otras fibras?.

Los amigos del alma, los amores ¿Existen porque se han multiplicado muchos de esos canales de comunicación? ¿Están ahí como algo que nos hemos construido nosotros mismos, y luego tratamos de hacer que encaje la comunicación para que chirríe lo menos posible?


Amigo, no lo pones fácil, ni es tu intención, pero resulta sugerente el melón que abres y tendré que dedicarme a pensar sobre ello.

Gracias por tus libros Salvador

sábado, 20 de febrero de 2016

Réplicas

Hace unos ocho años quise ver en tus ojos la emociones que yo sentí la primera vez que estuve en NYC con veintitantos.


Nada, una tontería de las mías. Ni tú llegabas a esa ciudad con la información con la que yo llegué, ni la ciudad era la misma treinta y cinco años más tarde. Tratar de repetir emociones en otros corazones es imposible. El viaje estuvo bien, pero no sirvió para ese fin.

Ahora te veo viviendo emociones, cariños y sensaciones que me recuerdan a los míos con tu edad. De ninguna manera voy a repetir el error de NYC intentando clonar lo irrepetible, pero tengo la memoria suficientemente buena como para que me brillen los ojos con los recuerdos al verte.

Sin comparar, sin juzgar, sólo se me ocurre decirte: vívelo en toda su intensidad, no te pierdas un detalle, disfrútalo con glotonería, empatiza para duplicar la experiencia, aporta todo lo que eres, no caigas en la dependencia e incorpora estos preciosos ladrillos a tu pared.

Adelante, es de lo mejor que se puede sentir

Ahí estás, in The Top Of The Rock!!
De mi primer viaje a NYC no tengo nada, 
pero esta de Cambridge es de la misma época

viernes, 5 de febrero de 2016

De verdad, seguramente es así

Y no debiera ser tan difícil


De las docenas de cosas sin interés que entran diariamente en mi FB,
a veces, muy raramente, llega algo que merece la pena verse;
como esta imagen

Darle un nombre

O poner las cosas en su sitio, que es tanto como decir en tantos sitios como personas sinceras y conscientes existen (y la verdad es que sinceras y conscientes... tampoco me parece que haya tantas).


Estos días he conocido a personas que proponen aceptar el cáncer (casi con resignación) y otras que plantean pelear contra él (furiosamente, y sin aceptar que pueden llevar todas las de perder).

No seré yo quien juzgue tales posturas.

Sin juzgar, y créanme que no lo hago, lo único que hago es contrastar esto con mi propia postura personal, aceptando que puede ser una gilipollez más, pero es la mía: Ni acepto la enfermedad ni la combato, sólo vivo con ella. Es una realidad, el cáncer está aquí dentro y es tan parte de mi vida como cualquier otra cosa ante la que no me preocupo por tomar una posición al respecto.

Es una parte real de mi vida actual; real por su propia evidencia y porque se hace notar, real porque ocupa su espacio y produce sus efectos, real porque condiciona mi manera de vivir, de pensar, de valorar ¿Cuántas y cuántas cosas producen el mismo efecto? Probablemente docenas, y ante ninguna de ellas adopto un gesto impostado.

Vivo con él y, como es aparatoso, me llama la atención, lo miro con curiosidad, estudio sus trucos y me produce la misma excitación que casi todo lo nuevo. No me consideren banal cuando digo que es una experiencia interesante.

Experiencia. Definitivamente, de esto se trata. Otra nueva experiencia que me hará crecer de alguna manera, porque me abre caminos a sensaciones desconocidas hasta hace poco. 

Este es mi proyecto, y llevo muchos años desarrollando proyectos como para saber cómo se hace esto. Los he hecho para mi y para otros, unos con gusto y otros con verdadero desagrado (alguno también con repugnancia). Unos han salido bien y otros han sido un desastre... pero de ninguno puedo decir que no haya aprendido algo

¿Durará? ¿Duraré? Lo estoy viviendo tan intensamente cada día que, de verdad, las respuestas a esas preguntas no me importan nada ahora mismo. 


Estas fotos andan por ahí en la web, en muchos sitios
Me las tomo como anónimas, porque no voy a poner aquí mis TAC ;))