Lo he oído hasta la saciedad y desde hace muchos años.
Tal vez sea cierto, pero si el pueblo va a tener razón debería de explicarse un poco, porque la verdad es que no entiendo nada.
Lo de los británicos, que daría para un libro no por lo que votan, sino por querer corregirlo luego; lo de Valencia, donde gana y crece el PP con lo que les está cayendo...
Y, en general, todas las dudas que suscita un sistema que es capaz de aupar a tiranos o sacrificar a buena gente basándose en un conteo de pretende ser representativo. Sin duda que lo es de alguna manera, aunque hay chirridos por todas partes.
No hemos sido capaces de encontrar una fórmula menos mala desde que decidimos abrir a toda la población un invento que los griegos restringían a cuatro elegidos.
En fin, se encajan las reglas del juego con deportividad y pasearemos al pulpo como animal de compañía.
Una vez más, y los que me conocen se descojonarán, los catalanes y vascos han demostrado una gran distancia en sensatez.
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