martes, 30 de mayo de 2017

De Tui a Mos

Puedes estar en Portugal, en Asturias o en El Bierzo, da igual; esto es muy diferente a pesar de todo, no me atrevo a decir que sea mejor pero desde luego es distinto. Galicia solo se parece a Galicia.


Tampoco puedo poner palabras a la percepción de esa diferencia, puede que sea su personalidad o un tipo de luz especial (la palabra identidad siempre me ha sonado excluyente y, cada día más, teñida de sangre).

Sí que estoy en un sitio raro, pero O Porriño estaba demasiado cerca y Redondela demasiado lejos, era cosa de hacer, como me dice un gallego, "una carreriña de can", y aquí he caído. Así que pasaré la tarde leyendo y sesteando, porque hay poco más que hacer.

El único problema que tiene hacer el Camino en Galicia, en esta parte de Galicia, es que está demasiado cerca de Santiago. Como en Sarria para en Camino Francés, o Baamonde para el del Norte, Tui y Porriño están al borde del maldito mojón de los 100 km y eso hace concentrarse aquí a bastante gente, aún en esta época del año.

Eso crea más infraestructura, desde luego, pero no dejas de oír ciertas conversaciones que preferirías no oír mientras caminas en algunos tramos y, según que sitios, hay problemas de alojamiento.



Bom Caminho


lunes, 29 de mayo de 2017

De Rubiães a Tui


Es un paseo precioso. Ha llovido fuerte casi hasta cruzar la frontera, pero eso no le ha quitado encanto, lo único es que cuatro horas bajo la lluvia, para un almeriense es como vivir dos o tres años de golpe, así que a ver si para no vaya a ser que sature el contador.

Una ruta corta, sin grandes sobresaltos y con cantidad de sitios por medio para pararse y ventilar el chubasquero. Da gusto pasear así.

Asombrosamente sigue en auge el negocio de las toallas y mantelerías en Valença, como imagino que en toda la línea entre los dos países. He tenido la tentación de comprar tres pañitos de cocina con el gallo Portugués. Venían en un estuche bien cuco y costaban 5€, mejor que en IKEA.



Y parece que está va a ser la tónica hasta Santiago, con etapas cortas y sitios tranquilos. A decir verdad, tampoco me apetece demasiado doblar etapas, y se podría perfectamente, pero ya iremos viendo.

Me da un poco de vergüenza reconocer que cuando en diciembre quise visitar Tui, tuve que marcharme sin conseguirlo porque no fui capaz de aparcar, a ver si está tarde puedo desquitarme porque su centro tiene una pinta estupenda, chiquito y gallego gallego.


Apunten: Albergue Ideas Peregrinas. Una maravilla de gente e instalaciones en pleno centro. Han perdido el culo para conseguirme una cita esta tarde con un dentista. No deja de ser una ironía que se me rompa una muela en la primera comida gallega, y Galicia no es para hacer remilgos con la comida Ya veremos que me cuentan

Bom Caminho.

domingo, 28 de mayo de 2017

De Ponte de Lima a Rubiães

Wow! Yuyu! Ole, ole! La montaña, la etapa reina, el gran desafío!! Que estupendos somos! Uhu!

El Voltarén, las​ Compeeds, el Ibuprofeno, las barritas energéticas! Wow! Wow! Uhu!



Qué agobio! El espíritu olímpico ha hecho mucho daño a esto de caminar. El campo es un sitio con bichos y cuestas, tampoco hay que volverse locos.

Claro que el Alto De Portela se las trae, no tanto por sus 420 m sino porque se suben en muy poco trecho, como de repente, y la senda transcurre por escorrentías estrechas llenas guijarros sueltos. Pero vamos, con toda su dureza no es O Cebreiro ni el Pirineo. Si hay que saltarlo se salta sin necesidad de esos aplausos de una reunión de auto-ayuda para cada uno que llega a la cima.

Por favor! Menos ruido, menos medallas y más humildad.

Se está acabando Portugal, y habrá que volver para disfrutarlo más. Este valle es de una belleza casi obscena, y el Camino va adoquinado con césped entre cada bloque y con sombra de un techo de parrales... un lujo.

El albergue.... en medio de la nada (nada es NADA) y el pueblo son casas muy aisladas unas de otras. Llueve y voy a empezar a pegarme con la señal de internet.

Bom Caminho


sábado, 27 de mayo de 2017

De Barcelos a Ponte de Lima

Larguita, nueve horas con un par de repechos exigentes, pero muy hermosa. Si me hubiera pillado con una semana más de experiencia en el camino no me habría resultado tan dura, pero tampoco se podía acortar porque no había muchas alternativas por medio.



Bosques y viñas todo el rato, estoy en pleno centro de la comarca del vinho verde y por pocos días me pierdo una feria temática que hacen aquí.

Cuentan​ que había una leyenda según la cual quien cruzaba este río perdía la memoria, no reconocía a nadie y entonces no podía volver a su casa. Cuando llegaron las legiones romanas, los del lugar se encargaron de contársela a los soldados, que se plantaron en la orilla y se negaron a pasar, ni por la gloria del Imperio ni por la de su santa madre. Así las cosas, el general Decimo Junio Bruto se pasó a caballo al otro lado y comenzó a llamar por su nombre a todos los legionarios, para demostrar que les habían levantado la camisa.

Una vez que he despejado la amenaza de perder la memoria, me voy a dar una vuelta por la ciudad amurallada. Qué historia ésta de la memoria y el pasado ¿verdad? No se trata de estar suspirando por tiempos pasados, la añoranza es la patología de desear lo que ya no es ni puede volver a ser en un escenario diferente, es negarse a la felicidad en aras de nada.
Pero el recuerdo.... no quiero olvidar ciertos sentimientos, situaciones, personas... errores y aciertos. No quiero olvidar que tenía una bolsa pegada a la barriga, aunque muchos días me parece que eso le ha pasado a otro. Todas esas cosas son parte de mi y yo soy lo que soy (para bien o para mal) como consecuencia de mi pasado. No quiero ni pensar que olvidar el pasado no sea solo un problema de memoria, sino de no haberle puesto la atención debida a la vida como para que no se escapara entre los dedos como algo irrelevante. Estoy completamente de acuerdo con Juan Tallón cuando dice aquello de "a ver qué cosas nos trae el pasado para los próximos tiempos".

En fin, descansaré en este albergue tan cutre y trataré de reponerme para mañana, que será más corta pero más empinada



Bom Caminho.

viernes, 26 de mayo de 2017

De São Pedro de Rates a Barcelos

Cómo roncaba el cabrón de anoche en Oporto!

Luego he pensado que esto es parte de la ceremonia de ir entrando poco a poco en el Camino. Al fin y al cabo, ronquidos ha habido en los anteriores caminos, y no me acuerdo de ellos hasta el punto de haberme sorprendido ahora. Eso quiere decir que no serán tan importantes, y no voy a ser yo quien les otorgue una categoría que no tienen.

Y sí, definitivamente estoy en el Camino, con la misma sensación de la última vez cuando me parecía que tener una jornada andando es el estado natural del ser humano. El estupendo metro de Oporto me ha sacado a 30 km y me ha quitado un buen peso de encima. La señalización es excelente, tanto en el bosque como en la travesía de las poblaciones.


Todo va bien y no puedo decir que me encante, es que tengo un estado de casi euforia! Voy rápido, hablo con algunos peregrinos, bebo mucha agua y me siento casi flotando.

La cabeza puede trabajar perfectamente en dos planos: uno muy atento para encontrar flechas amarillas y el otro en desmadre total como si fuera el patio de recreo de un colegio. De vez en cuando, la parte consciente se asoma a la otra y alucina; tan pronto ve que se están desarrollando conversaciones ficticias como traduciendo frases chorras o haciendo apostillas a la Ley de Gravitación Universal; dejemosla, está de vacaciones y ya volverá a su cauce.

Wanderlust, wanderlust

Todo el día de chaquetita y chubasquero. Lluvia fina y mucha tormenta (los truenos en el bosque suenan mucho mejor que en cualquier otro sitio) pero hay que asumir que si paseas por un país verde y bonito es porque tienen un tiempo de mierda, en realidad, para clima de lujo ya tengo suficiente con el de casa permanentemente, ahora se agradece este cambio.

En Barcelos es fiesta local y fin de etapa de una especie vuelta ciclista, a ver lo que me encuentro de follón. Ya me explicaron ayer que el exceso de turistas en Oporto era por el enorme puente de la Segunda Pascua en Francia, donde han salido todos como locos.

Bien, una vueltecita y a conocer esto.



Bom Caminho.
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jueves, 25 de mayo de 2017

Oporto

Siempre que estoy aquí pienso lo mismo: Un día tengo que venir a explorarla más despacio.


Tiene un atractivo al que todavía no puedo ponerle nombre, pero sí percibir que algo hay, así que le subo unos puestos en la lista de cosas a hacer.

Está bien esta maniobra de aproximación al Camino para no caer de sopetón en él, paseítos por Madrid, ahora por Oporto... pero mañana ya hay que ponerse las pilas y dejar de ronrronear. Madrugón, mochila, botas, bastones y a trabajar! no quiero ir como estos turistas que invaden la ciudad (demasiados me parecen para esta época del año).

Llegar hasta aquí me ha costado combinar cuatro trenes, y aún me falta otro mañana para saltarme el enorme cinturón industrial. A ser posible, me gustaría caminar sin preocuparme demasiado de los camiones.


Bom Caminho.


miércoles, 24 de mayo de 2017

Vamos!

Sí, vamos a por otro Camino.

No se trata de ser un coleccionista, sino de usar esta excusa para lo que tan insistentemente me están pidiendo el cuerpo y el alma. El primero porque ha acumulado bastante óxido que hay que eliminar, y la segunda porque tiene que reordenarse profundamente.

Sigo ignorando las limitaciones físicas que sin duda alguna voy acumulando, y no lo hago tanto venciéndolas como negociando maneras de reducir su impacto para lograr efectos lo más parecidos a lo deseado. Vamos a llamarlo "obstinación".

Este Camino promete ser muy diferente a los otros dos. Nuevo país y costumbres que me encantan, nuevos paisajes y sabores, nuevas infraestructuras de las que he oído de todo... pero lo más novedoso de todo soy yo. Las aventuras del año y medio que llevo a las espaldas de alguna manera me han cambiado, o tal vez solo han traído a primera línea cosas que siempre había tenido, pero sin ejercitar. Ahora mismo es un tema que no me interesa como para perder el tiempo en descubrir la naturaleza de los cambios, lo cierto es que tales cambios existen y tienen un impacto muy notorio.

¿Qué es lo que quiero hacer con ellos? Simplemente inventariarlos y ponerlos en orden. Verás, en estos meses he estado muy centrado en listones bajitos y alcanzables, metas cercanas, expectativas con poco riesgo de defraudarme; he querido dar pasos firmes con mucha cautela para no perder el equilibrio y he mantenido la mirada a escasos centímetros del dedo gordo del pie. Todo ello, junto con una pila más de cosas, ha sido útil y ha supuesto todo un descubrimiento que tengo que ajustar a mi manera natural de ser, ya que han aparecido en una situación que tampoco era natural.

Yo era más de sueños, de mucho por delante, y hay que ver como se compaginan todas estas cosas. El equilibrio, ese compañero de viaje ante cuyo mandato no tengo nada que decir, no está reñido con la ligereza de equipaje, y simplemente hay que reenfocar las neuronas en un juego de Tetris mental.

Así contado, empiezo a dudar de si estos 350 km de soledad conmigo mismo serán suficientes, pero es igual, no tengo una definición del modelo a conseguir y, en cualquier caso, eso es tarea para toda una vida y no solo para unas semanitas.


Venga, a por ello pues haciendo combinación de múltiples trenes para llegar hasta Oporto y poner allí las piernas en movimiento.


Bom Caminho!

viernes, 19 de mayo de 2017

Bien!!

Por fin, un cierto paso de normalidad democrática, si es que tal cosa puede existir en este país.

Tarde, como es habitual; como resultado de la aritmética oportunista, como casi siempre; con una cierta rebaja de la grandeza política, como no saben hacer de otra manera; y a regañadientes, como siempre que hay que salir y hablar. Pero lo cierto es que este gobierno abre el melón e invita a Puigdemont a presentar y debatir en el Parlamento el famoso y empolvado Procés.

No por buena, esta idea deja de abrir otros interrogantes alrededor: El primero es si Puigdemont será capaz de actuar como President de todos los catalanes o como el recadero de un gobierno hipotecado, porque hasta su propio partido (o lo que quede de él) tiene una verdadera confusión de ideas al respecto. El segundo es que, vale, se encarama en la tribuna y lo cuenta, pero ¿qué pasa entonces? ¿habrá un debate con resultados sin judicializar? ¿caducarán todos aquellos argumentos que habían impedido hablar hasta ahora? ¿se trata de una tregua técnica? 

Dentro de la fauna política, y de la subespecie catalana, el Carles Puigdemont es un tipo que no me cae mal. Tiene pinta de saber tragarse sapos, de llevar con cierta elegancia la patata caliente que tiene en las manos, y que él mismo no ha metido en el horno. Es un payés muy muy de Girona que tiene su retranca y al que se le nota cuando dice cosas "por exigencias del guión", pero que no se las cree ni harto de vino. De todas formas, yo no comulgo con muchas de las otras cosas en las que sí que cree.

En fin, sin duda es muy muy difícil no decir cien tonterías diarias en el puesto y situación que él tiene, pero veamos cómo sale de ésta, porque es una oportunidad de oro.



La foto es de Expansión

viernes, 12 de mayo de 2017

Pániker, de nuevo

Ayer encontré en mi librería de cabecera su último libro, el que no llegó a ver publicado por un par de días.

Me crea un extraño vacío saber que será el último, y que a partir de hoy solo encontraré obras "acerca de", que bien lo merecería y nos enseñarían muchas cosas útiles para ser mejores personas.

Me crea un extraño dolor su título, aunque no es nada sorprendente en una persona tan hipocondríaca como era.

Me crea una extraña emoción leer en sus notas preliminares estas líneas:
"Ignoro si éste va a ser el último diario que publico. En el momento de entregar estas líneas a la imprenta mi edad es muy avanzada. Así que ya veremos... O no veremos."
Cabría preguntarse, y de hecho lo hago cada vez que aparece un nuevo diario de Pániker, que más puede decirnos quien lleva una vida tan aparentemente carente de aventuras o de grandes novedades, quien se mueve en sus círculos concéntricos y quien repite machaconamente sus relaciones y obsesiones. Pues bien, lo consigue a fuerza de rebuscar en rincones de su cabeza y de ponernos delante el regalo de un nuevo enfoque, una nueva percepción, un nuevo desarrollo. Unas ideas que, tal vez, teníamos en nuestro interior y no las conocíamos bien hasta que las vemos convertidas por él en palabras, siempre claras y precisas.

Siete libros de diarios, siete confesiones, siete exhibiciones. Siete acontecimientos que he celebrado y aprovechado. Siete momentos que tenían una cierta cadencia que ahora se interrumpe sin sorpresas, pero que se echarán de menos.





La imagen apareció en varios medios con la noticia de su muerte,
y es de las últimas entrevistas del 2015