sábado, 26 de noviembre de 2016

Descubrimiento

Navegando por internet he encontrado esto:



Es de un tipo que se llama Joe Webb, y la ha titulado Kissing Magritte.

Una preciosidad. Después de tantos años acompañado del tipo transparente que encabeza este blog (y que, repito, no sé de quién es ni lo he encontrado después por ningún sitio) resulta muy tierno ver que es posible que tenga compañía ¡Si hasta La Barbie tenía a Ken!

De todos modos, sigo valorando el estado de Transparencia que DESCRIBÍ AQUÍ YA HACE TIEMPO.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Fase de preparación


Por fin ya tenemos un entorno razonable, con horas de sol, con horas de fresquito, sin gente y con los niños en el colegio o en sus infinitas actividades extraescoloares.

Por fin puedo volver a hacer paseos, a tomarme tapas en sitios que no están a rebosar, a moverme con la bici, a sentarme con mi banquito en la playa.

A poner las cosas en su sitio y a ordenar las neuronas para las siguientes etapas. A prepararme para todo lo que está por venir.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Una luz, un horizonte

Bueno, este proceso está más que repetido (y por tanto contrastado) y tampoco soy yo tan original como para salirme demasiado de los margenes estadísticos.

La quimio es acumulativa y llega el momento en que resulta un tremendo mazazo para la resistencia física. Si a eso le añadimos el brote de calor con que se despedía el verano, me ha caído encima un abatimiento brutal que a punto ha estado de contaminar desde las venas y el estómago hasta el alma.

Pero eso es un lujo que no me voy a permitir, no voy a soltar la rienda y me busco la manera de seguir al mando del tema.

La buena noticia: voy sabiendo fechas de fin, y vislumbrar un horizonte, aunque sólo sea de una de las etapas de esta historia y no del conjunto, significa un empujón de moral que me recarga de energía para seguir adelante.


Vamos, una sesión más dentro de un mes y a otra cosa.

La imagen la he pillado de http://www.joserodriguez.info/bloc

jueves, 1 de septiembre de 2016

Ratas zapadoras

Todos sabemos quién va a salir ganando en esta guerra de trincheras.


Es un pique entre células despistadas y química que las machaca, por una parte, y yo con mi banquito de meditación por otra. Cada día que se escenifica un nuevo enfrentamiento, ambas partes hacemos gestos ostentosos de nuestros atributos: haciendo daño, mucho daño unas, y apretando los puños el otro.

Ratas, que lo sepáis, nunca he querido plantearme esto como una batalla, pero si os ponéis bordes con la química y conmigo lleváis todas las de perder. Así que vamos a llevarnos bien el tiempo que estemos juntos.

En otras palabras: A pesar de que soléis portaros prudentemente, estoy empezando a estar hasta los huevos de vosotras. No sé si se me entiende.

¿Será que necesito más banquito?

La imagen es de es.warhammerfantasy.wikia.com

martes, 30 de agosto de 2016

Londres

Esto es como el de los famosos vascos "¿Vamos a setas, o vamos a Rolex?". Se iba a lo que se iba, y en tres días no puedes despistarte mucho.

LAS SETAS: La exposición de Hockney cumplía con las más altas expectativas. Naturalmente, no es lo mismo ver todos esos retratos en la pantalla del ordenador que a dos palmos de tus narices. Entonces es cuando dejas de ver para empezar a descubrir, separas al pintor del dibujante, te adentras en lo que representan los modelos.... y la cosa es interesantísima. Le di un par de vueltas, y creo que le habría dado dos más con calma.

Y, en el terreno de las sorpresas, en la Tate British han montado una macro exposición sobre A Walk Through British Art que incluía una sala solitaria dedicada a los retratos dobles de David Hockney, solo tres o cuatro y en formatos grandes, pero entre los que estaba uno de mis favoritos con sus padres juntos, que luego repetiría hasta la saciedad por separado. Sin embargo no pude dar con la enorme pintura que cedió hace unos años a la galería de los Bigger Trees Near Warter, parece que andaba por ahí de gira. Ya caerá.

Sí cayeron algunos libros, aunque no piqué con la cantidad del tentador merchandising del artista, como una preciosa bufanda de su época pop por 40£; como decía la zorra mirando a las uvas, tampoco hace tanto frío en Almería como para comprarse una bufanda.

LOS ROLEX: Por más veces que hayas estado en Londres por turismo o por trabajo, si no vives allí difícilmente sales del centro. No es que el centro se quede corto, de ninguna manera, puedes dedicarle todo el tiempo del mundo a revisitar Chelsea o el Soho sin dejar de descubrir cosas, pero esa ciudad ofrece muchas más joyas.

La última vez nos dedicamos a Winbledon y a la Little Venice que hay entre Candem y el Regent's Park, y en esta ocasión hemos tirado también de un barrio al sur y otro al norte del río; muy muy diferentes.

Brixton le ha dado un buen lavado cara a su mala imagen conflictiva de hace unos años para ser un delicioso paseo por África o el Caribe. Los centros vecinales, las tiendas y los mercados son verdaderamente deslumbrantes.


Y Clerkenwell, a falta de un paisaje urbano especialmente bonito, gana con su paisaje humano regenerado por gente joven, ingleses y blancos (atributos que pensé que no se daban juntos tanto en esta ciudad) y que tienen el gusanillo de las terrazas al salir del trabajo tan metido en la sangre como los mismos madrileños. Impresionante.


Claro que es imprescindible pasar por el centro-centro, pero no es ninguna experiencia agradable.
  • Primero por los miles de obras por todas partes, mucho derribo y reconstrucción más que obras de infraestructura, lo que me hace dudar sobre el cambio de imagen de Westminster plagado de nuevos "edificios de arquitectos" en acero y cristal para oficinas. Visualmente dudoso y con más saturación aún de gente. No sé qué pretenden con el Southwark, pero es un bosque de grúas.
  • En segundo lugar, el turismo de masas que se mueve como hormigas en cuanto una calle, tienda o monumento sale en las guías. Desde nuestro hotel en Mayfair era casi inevitable pasar por Regent y Oxford para ir hacia el norte, pero son completamente intransitables. Total para pegar la nariz en Zara, H&M, Desigual, Burberrys... lo que puede encontrarse en cualquier centro comercial de cualquier ciudad grande del mundo.
Y son cortos los turistas masivos o se leen malas guías, afortunadamente, porque bastará con subir y bajar por la primera paralela a derecha e izquierda para ver lo que, con toda seguridad, no tendrán en su pueblo:
Por la izquierda, Savile Row, donde puedes reimaginar el Rooftop Concert que aquellos cuatro chalados montaron en la azotea de su estudio Apple Records, y que nos dejó el Get Back como su última grabación juntos. La docenas de sastres y zapateros victorianos con obras perfectas, uno tras otro, que siempre me hacen pensar en quiénes quieren y pueden comprarse esas maravillas para usarlas cada día. Y junto a ellos, la divertida historia de la implantación en esa calle de Abercombie & Fitch.

Por la derecha hay callejones de ladrillo oscuro maravillosos, calles y placitas con docenas de pubs, talleres de artesanos y pequeñas boutiques donde perderse. Pero no lo diremos muy alto, que ya hay bastante bochinche alrededor de Carnaby Street.

Patear y patear. He registrado días de 22 Km por calles, lo que no está nada mal, pero es que ese miedo que va calando en los viejos me hacer huir de aglomeraciones, y el metro es una de ellas, donde una Oyster Card de 10£ tampoco da para mucho.  Si no fuera por todo esto, y moviendo el viaje un par de días en el calendario, se podría haber hecho coincidir con el Carnaval de Notting Hill, que no suena nada mal.

Ha sido un bien viaje, desde luego

lunes, 15 de agosto de 2016

Hockney


Esto es como cuando, en 1975, escuchas por primera vez el Born To Run de Springsteen y te quedas colgado del rockero. Le sigues, tienes todos sus discos, no te cansas de ver sus vídeos y te sigue gustando cuando se pone con baladas, hace folk rancio y hasta música celta. Te parece un genio incluso convirtiéndose en una institución y dando conciertos en la Casa Blanca con Obama.

Un día te enteras de que da un concierto en el Palau Sant Jordi y te gastas una pasta para ir a verlo.

¿Algo nuevo? No realmente ¿Tiene algún sentido? Pues no lo sé.

Probablemente todo

Descubrí a David Hockney también por aquella época. Me maravillaban sus acrílicos, las piscinas de California, sus dibujos a lápiz, la forma de entender el pop, el revelador paso a los collages fotográficos y su vuelta a los grandes formatos con los paisajes de árboles ingleses. También es ya una institución, y monta ahora una exposición de "86 Retratos y una naturaleza muerta" en la Royal Academy de Londres, y allá voy perdiendo el culo para verla.

Naturalmente, todos los cuadros de esta exposición ya están en internet. He leído todas las críticas y las reseñas, las entrevistas con los retratados (otra vez Celia Birtwell, no sé cuántas veces la habrá pintado ya). Puede decirse que tengo una buena idea del evento, pero... el contacto sensorial con cosas subjetivamente importantes es casi imprescindible.

Es lo que tienen los mitos ¿qué será?

Supongo que, en la medida que los tenemos tan ligados a nuestras cosas básicas y profundas, reforzarán nuestras señas de identidad, y de esa identidad no excluyente que permite circular el aire libremente entre sus piezas. De alguna manera, los mitos mandan, pero también somos nosotros los que los subimos a sus altares y no nos cuesta gran cosa derribarlos de tal posición cuando la deriva (la nuestra y la de ellos) sigue cursos divergentes.

Los mitos están ahí, y sentirlos como algo propio nos da fortaleza; es como si, de alguna manera, nos contamináramos de sus valores y así nos pareciera que somos mejores.


martes, 9 de agosto de 2016

Ahí lo dejo


"La ausencia de fuego hace que se acumule peligrosamente material inflamable"



Es interesante, a veces sorprende con revelaciones.

También es largo y con frecuencia farragoso, pero vale la pena

lunes, 27 de junio de 2016

Cuando el pueblo vota nunca se equivoca

Lo he oído hasta la saciedad y desde hace muchos años.

Tal vez sea cierto, pero si el pueblo va a tener razón debería de explicarse un poco, porque la verdad es que no entiendo nada.


Lo de los británicos, que daría para un libro no por lo que votan, sino por querer corregirlo luego; lo de Valencia, donde gana y crece el PP con lo que les está cayendo...

Y, en general, todas las dudas que suscita un sistema que es capaz de aupar a tiranos o sacrificar a buena gente basándose en un conteo de pretende ser representativo. Sin duda que lo es de alguna manera, aunque hay chirridos por todas partes.

No hemos sido capaces de encontrar una fórmula menos mala desde que decidimos abrir a toda la población un invento que los griegos restringían a cuatro elegidos.

En fin, se encajan las reglas del juego con deportividad y pasearemos al pulpo como animal de compañía.

Una vez más, y los que me conocen se descojonarán, los catalanes y vascos han demostrado una gran distancia en sensatez.

Imagen de carlesaparicio.net

domingo, 26 de junio de 2016

Black & Decker


Esta sí, se hace notar como entra y como deja la tuberías resentidas.

Son sensaciones fuertes al tacto o al frío, normales dicen, pero recuerden que yo había venido a sentir cosas (y si consigo maravillarme, tanto mejor).

Me voy a hinchar.

viernes, 17 de junio de 2016

Pasos


Unos son largos y otros cortos.

Unos nos acercan a un destino y otros nos alejan de cualquier punto.

Lo cierto, chico, es que los que estás dando me parecen algo más del hecho de poner un pie por delante de otro. Creo que son pasos que te están haciendo ver, que te abren los ojos a cosas que, probablemente, ni sospechabas que existían o que podrían interesarte.

Estos son los pasos que te cambian, los que te hacen darte cuenta de las cosas, los que te convierten la piel en más porosa y los que, a base de entrenamiento, te hacen percibir el mundo casi sin el esfuerzo de mirar.

Das pasos que, sin duda, te llevan a algún sitio, pero probablemente también te lleven a encrucijadas donde has de elegir la dirección que tomas y saber explicarte por qué rechazas todas las demás. Eso es crecer y ganar en solidez, y cuando se hace con la coherencia que estás demostrando, el camino que construyes se convierte en una obra de arte por el que merece la pena haber transitado.

Felicidades por lo que haces y cómo lo haces, aún no puedo valorar el punto al que llegarás ni el rumbo que escoges, pero el paso en sí ya es bueno y me felicito por ser espectador de la aventura que protagonizas.


Foto de la NASA con la huella de Armstrong en la Luna
Y, casi en el mismo nivel, Lucas recogiendo su título de Máster

martes, 14 de junio de 2016

La politiquilla


¿Y hemos esperado tantos meses para ver tan poca grandeza?

Lo veo desde fuera, pero me parece que debería poderse hacer de otra manera, con otros formatos, con otros planteamientos, con otros contenidos... con otra alma.

En fin, votaremos; no nos queda otra.


Foto de José Luis Roca, anoche en La Academia

martes, 31 de mayo de 2016

De sentido común

Hay leyes, o reglamentos, normas, procedimientos, o como carajo queramos llamar a lo que nos dice cómo hacer las cosas, que no se entienden.

Entender una ley puede ser un problema del ciudadano que no tiene luces suficientes como para llegar a asimilar lo que cabezas más floridas han diseñado, hasta ahí puedo aceptarlo, pero el deber de los gobernantes es ponerse al nivel del más tonto de los que les han votado, y el deber del resto de representantes de la oposición es no cejar en dar el coñazo hasta que las cosas se aclaren... o se cambien.

Ni la una ni la otra.



Puede que nuestros políticos estén muy ocupados en sus cosas y tengan que dar prioridades eliminando aquello a lo que no llegan, lo que se comprende en alguno de ellos, pero no llego a entender por qué no le encargan a aquel diputado con el número 5 por Teruel "oye, encárgate de este tema y me lo das solucionado antes del día 20". Así se hace en las empresas, donde la gente cobra menos que los diputados, y aparentemente funciona.

Y son cientos los casos de normas que nadie entiende y nadie explica. Y pasan días, meses y años sin que las cosas cambien. Y seguimos viendo y asumiendo la situación como si fuera lo normal.

Hasta los directamente afectados parecen resignarse, en muchos casos.

§  Que tengamos que renunciar a la sanidad pública para poder votar por correo
§  Que tengamos que renunciar a una pensión por cobrar derechos de autor por creaciones del pasado (pero no por rendimientos económicos de unas acciones)
§  Que tengamos que renunciar a un patrimonio heredado de nuestros padres, y que bien lo pagaron en su día, por no poder asumir los impuestos que implica
§   Que tengamos que ver a representantes de la ciudadanía con retribuciones en claro agravio comparativo respecto a los ciudadanos que representan
§  Que tengamos que sostener instituciones notoriamente inútiles, o sin operatividad ni contenido
§  ....

Podríamos hacer una lista de casos que no suponen ninguna ideología, sino simple sentido común, y exigir explicaciones antes de dar un paso más.

A lo mejor alguien muy irritable me llama antisistema, pero a mi sólo me parece que estoy diciendo que "el emperador va desnudo", como en el cuento infantil.

O eso, o el sopor que produce la pereza.


Ay, cómo cuenta Banksy estas cosas

jueves, 26 de mayo de 2016

Efectos secundarios

No paran de aparecer beneficios derivados de mi aventura cancerosa.Ya tenía lo de las experiencias vividas, las personas conocidas, los cariños apreciados y, como es lógico, la mejora de la salud.

Pero hay más, el último beneficio descubierto es que mis dos hermanos han decidido dejar de ser fumadores clandestinos.


Me alegro chicos, sé que lo disfrutabais, pero veréis que vale la pena. Y aquí lo hago público para que os comprometa más.

¿Queda alguien por apuntarse?


Imagen de iStock

sábado, 21 de mayo de 2016

De vuelta a casa


Interesante, muy interesante.

La gente que sabe es capaz de hacer cosas increíbles con el cuerpo humano, cosas que si las contamos nos parecen ciencia ficción o una auténtica casquería, pero puestos a vivirlas acaban pareciendo lo más normal del mundo.

En cualquier caso, tras una semana vuelvo a la vida casi normal y con mucho más conocimiento en las espaldas: más personas conocidas, más situaciones vividas, más reacciones experimentadas y más sentimientos generados. Cabe decir, respecto a estos últimos, que he percibido una cantidad y calidad de cariños como no se me habría ocurrido ni imaginar; sólo por eso ha merecido la pena.

Pues nada, a seguir viviendo


No sé por qué se me ha venido a la cabeza la película Delicatessen.
Desde luego, nada que ver

lunes, 9 de mayo de 2016

Otro paso de baile

Voy a estar unos días fuera de circulación: mañana me meto en el hospital para que me cuiden, me quiten lo que me sobra y me ayuden a conseguir lo que me falta.


Seguro que estoy en las mejores manos,  así que ya os iré contando lo que se siente con estas vistas.

Hasta pronto

La imagen es de Shutterstock

domingo, 8 de mayo de 2016

Juan, cinco años ya






Todos queremos a Juan, y también algunos nos hemos enfadado algún día muchísimo con él. Le queremos por su imaginación, su elegancia, su creatividad, su desbordante generosidad, su alegría, su risa. Le queremos por ser un buen hombre, una hermosísima persona.

Es cierto que nos hemos enfadado con sus errores, que no son más que los míos, más que los de cualquiera. La diferencia es que nosotros ponemos mucho cuidado en disimular nuestras equivocaciones, casi más en ocultarlas que en evitarlas, y Juan siempre se muestra tal como es, para que se le quiera como es. Le queremos por esa honestidad.

Y otra diferencia es que, cuando esos errores se le explican con cariño y sin retorcerle el brazo, Juan siempre los acepta, y después, su reacción es sentirse mucho más cercano a quien así le trata, y sé muy bien de lo que estoy hablando. También le queremos por esa nobleza.

El conjunto de genialidad y de debilidades es lo que define a la persona real, lejos de esos perfectos ídolos de yeso tan poco interesantes. Juan tiene ese enorme atractivo de persona real en la que todos encontramos siempre puntos de coincidencia. Juan tiene esa capacidad de crear corrientes de simpatía alrededor que van más allá de lo que somos capaces de explicarnos usando sólo la torpe lógica.

Hace años, cuando mi madre ya tenía su cabeza muy perdida y no siempre sabía reconocer el nombre de sus hijos o donde se encontraba, aquella mirada algo apagada siempre se iluminaba con un destello cuando veía a Juan. Esa es su  enorme fuerza y todos la hemos sentido alguna vez con él. Por eso, Juan es alguien inolvidable.

Al final de mi adolescencia, en una de las pocas discusiones que tuve con mi padre, y eran pocas no porque no le diera motivos para tener muchas más, un día me dijo: “Tú es que te pareces a tu hermano Juan...” Estábamos discutiendo, y no sabía si me estaba acusando de algo, o poniéndome en prevención de algo.

Como en tantas otras cosas, he necesitado de toda una vida, han tenido que morir mi padre y mi hermano para que llegara a entenderlo, para darme cuenta que, aquel día, lo que mi padre hacía era estimularme con el mayor de los piropos de que era capaz.

Así que hoy, con la intención de hacer justicia reparando aquella torpeza de entendimiento, sólo puedo ponerme la cara de mi padre delante y decirle: Papá, donde quiera que estés, gracias por decirme aquello, y sólo espero merecerlo. 



El que más disfrutó en mi fiesta del 60 cumpleaños
Y que nos sorprendió demostrando que sabía guardar un secreto.
La otra es de aquellas Navidades de Manila...

lunes, 2 de mayo de 2016

Mi pobre Europa


La historia la conocemos más o menos todos: la bella virgen fenicia solía pasear por la orilla de la playa hasta que un día se queda sorprendida por un impresionante toro blanco.

Juega con él sin darse cuenta de que se trata del poderoso Zeus disfrazado quien, deslumbrado por su belleza y virtud, quiere poseerla a toda costa. Y jugando jugando se monta sobre su lomo, y ahí es cuando el toro la secuestra nadando vigorosamente hasta Creta.

Y desde aquel momento, allá por la Grecia clásica y mitológica, Europa puede que no haya parado de crecer en virtudes, belleza y valores, pero los poderosos ajenos tienen la habilidad de engañarla siempre y llevársela al huerto. 

Aquella joven hoy es ya una anciana caduca, su belleza se mantiene como la de un parque temático, pero su virtud y valores no han aguantado los ataques de la demencia senil, y la pobre Europa se siente confusa sobre cómo llevar sus asuntos y tratar a sus hijos o vecinos, tan confusa que desconfía de ella misma y cede sus órganos de gobierno real a organizaciones no representativas democráticamente. Lo último que me desconcierta como europeo (de momento, y no necesariamente lo más gordo)  es que el acuerdo comercial con EEUU sea un documento secreto e inaccesible a los ciudadanos que votan.

¿Asombro? ¿Vergüenza? No sé, la imparable pérdida de dignidad europea me supera por mucho, me desborda.



Hay muchas imágenes del Rapto de Europa pero, en este caso,
la que ocupa el reverso de la moneda griega de 2€ me parece la más adecuada. 

Y la otra imagen es de una máscara de los Museos Vaticanos que, por desgracia, he utilizado ya varias veces


domingo, 24 de abril de 2016

Puede darse como oficial

Parece que, a partir de hoy, la cosa sólo puede evolucionar a mejor.

Muy poquito a poco, pero a mejor.


Ay que joderse, que tontería tan grande. 

jueves, 7 de abril de 2016

Reyes de Alejandría

Intentábamos, a través de la música, educar una sentimentalidad maleducada, formar una sentimentalidad malformada. Se vivía dentro de la música porque no se quería vivir fuera. No digo fuera de ella, digo fuera. 
O de otra manera: queríamos que el interior de la música contagiara, ocupara, impregnara el mundo de fuera. Que estableciera sus reglas, si es que podía hablarse de reglas cuando no queríamos ninguna. Y vivir así en él como nosotros deseábamos que fuera la vida. Y lo creímos posible.
Lo de menos era que la música fuera de Moustaki, Cohen o los Rolling. O no, no era lo de menos, pero existía también una parodia de la sentimentalidad y en esa parodia había a veces más verdad que en el Deutsches Requiem de Brahms. Me refiero a las sinfonolas. A los bares del extrarradio y los tugurios del barrio chino o los cafetines cercanos al mar donde corría la cazalla. 
Te estoy amando locamente, de Las Grecas, Algo de mí, de Camilo Sesto, El gato que está triste y azul, de Roberto Carlos, Bella sin alma, de Riccardo Cocciante, o We shall dance, de Demis Roussos, no son sólo títulos y nombres. Fueron enseñanzas."


Qué acerado retrato de un tiempo, un lugar y un grupo de gente. No todo él es fácil de leer, pero entra como un escarpelo.


Como decía el grande de Jaume Sisa: “Fue bonito, y creo que estuve allí

jueves, 25 de febrero de 2016

Relaciones

Leído en el último de Salvador Pániker:
Tengo setenta y cinco años y, eso sí, en algunos aspectos soy más sabio que antaño. Por ejemplo, sé muy bien que es un error pretender una "comunicación total" con otro ser humano. Ni siquiera una "comunicación amplia" es frecuente. Lo razonable es contentarse con pequeños canales de comunicación, que son diferentes para cada persona con la cual tratas. Así, con unos te sientes unido por un tipo de humor, con otros te entiendes en lo político, con otros en lo estético, etc. Lo que resulta improbable es entenderse, a la vez, en el humor, en lo político, en lo estético, etc. Localicemos, con cada persona, los canales de comunicación que funcionan, y dejemos el resto a las buenas maneras.

Y sí, naturalmente, esto es una de esas cosas tan obvias que cuesta mucho expresar bien, a no ser que escribas como Pániker, el muy canalla.

Así que no puedo dejar de estar de acuerdo. Lo que pasa es que el término "relaciones" es un poco más complejo. Mucho, muchísimo más complejo.

La fórmula que propone Pániker es perfectamente válida para las relaciones sociales, las de conveniencia (en toda su extensión), las circunstanciales, las efímeras, las limitadas, incluso algunas de la no elegidas, pero ¿qué sucede cuando se traspasa esa piel y la relación comienza a tocar otras fibras?.

Los amigos del alma, los amores ¿Existen porque se han multiplicado muchos de esos canales de comunicación? ¿Están ahí como algo que nos hemos construido nosotros mismos, y luego tratamos de hacer que encaje la comunicación para que chirríe lo menos posible?


Amigo, no lo pones fácil, ni es tu intención, pero resulta sugerente el melón que abres y tendré que dedicarme a pensar sobre ello.

Gracias por tus libros Salvador

sábado, 20 de febrero de 2016

Réplicas

Hace unos ocho años quise ver en tus ojos la emociones que yo sentí la primera vez que estuve en NYC con veintitantos.


Nada, una tontería de las mías. Ni tú llegabas a esa ciudad con la información con la que yo llegué, ni la ciudad era la misma treinta y cinco años más tarde. Tratar de repetir emociones en otros corazones es imposible. El viaje estuvo bien, pero no sirvió para ese fin.

Ahora te veo viviendo emociones, cariños y sensaciones que me recuerdan a los míos con tu edad. De ninguna manera voy a repetir el error de NYC intentando clonar lo irrepetible, pero tengo la memoria suficientemente buena como para que me brillen los ojos con los recuerdos al verte.

Sin comparar, sin juzgar, sólo se me ocurre decirte: vívelo en toda su intensidad, no te pierdas un detalle, disfrútalo con glotonería, empatiza para duplicar la experiencia, aporta todo lo que eres, no caigas en la dependencia e incorpora estos preciosos ladrillos a tu pared.

Adelante, es de lo mejor que se puede sentir

Ahí estás, in The Top Of The Rock!!
De mi primer viaje a NYC no tengo nada, 
pero esta de Cambridge es de la misma época

viernes, 5 de febrero de 2016

De verdad, seguramente es así

Y no debiera ser tan difícil


De las docenas de cosas sin interés que entran diariamente en mi FB,
a veces, muy raramente, llega algo que merece la pena verse;
como esta imagen

Darle un nombre

O poner las cosas en su sitio, que es tanto como decir en tantos sitios como personas sinceras y conscientes existen (y la verdad es que sinceras y conscientes... tampoco me parece que haya tantas).


Estos días he conocido a personas que proponen aceptar el cáncer (casi con resignación) y otras que plantean pelear contra él (furiosamente, y sin aceptar que pueden llevar todas las de perder).

No seré yo quien juzgue tales posturas.

Sin juzgar, y créanme que no lo hago, lo único que hago es contrastar esto con mi propia postura personal, aceptando que puede ser una gilipollez más, pero es la mía: Ni acepto la enfermedad ni la combato, sólo vivo con ella. Es una realidad, el cáncer está aquí dentro y es tan parte de mi vida como cualquier otra cosa ante la que no me preocupo por tomar una posición al respecto.

Es una parte real de mi vida actual; real por su propia evidencia y porque se hace notar, real porque ocupa su espacio y produce sus efectos, real porque condiciona mi manera de vivir, de pensar, de valorar ¿Cuántas y cuántas cosas producen el mismo efecto? Probablemente docenas, y ante ninguna de ellas adopto un gesto impostado.

Vivo con él y, como es aparatoso, me llama la atención, lo miro con curiosidad, estudio sus trucos y me produce la misma excitación que casi todo lo nuevo. No me consideren banal cuando digo que es una experiencia interesante.

Experiencia. Definitivamente, de esto se trata. Otra nueva experiencia que me hará crecer de alguna manera, porque me abre caminos a sensaciones desconocidas hasta hace poco. 

Este es mi proyecto, y llevo muchos años desarrollando proyectos como para saber cómo se hace esto. Los he hecho para mi y para otros, unos con gusto y otros con verdadero desagrado (alguno también con repugnancia). Unos han salido bien y otros han sido un desastre... pero de ninguno puedo decir que no haya aprendido algo

¿Durará? ¿Duraré? Lo estoy viviendo tan intensamente cada día que, de verdad, las respuestas a esas preguntas no me importan nada ahora mismo. 


Estas fotos andan por ahí en la web, en muchos sitios
Me las tomo como anónimas, porque no voy a poner aquí mis TAC ;))