Hoy le toca a Salvador Pániker, un hombre hablador, impúdico, culto, lo más parecido a lo que yo entiendo como un sabio de estos tiempos.
Era la compleja combinación de unas circunstancias familiares, un entorno social, una curiosidad intelectual y una inigualable capacidad... y todo ello salpimentado con un brillante ego. Tal vez solo algunos genios pueden mantener ese tinglado cuando parten de una situación de élite y continúan generando fulgor.
Tengo mucho que agradecerle por lo que directamente me ha enseñado, y mucho más aun por todo lo que me ha sugerido. Ha sido una influencia capital.
Muchas gracias por todo, Maestro. Nos veremos
Cierto, otra pérdida enorme. Van quedando pocos reseñables. Os veréis tarde. Nos veremos todos pero dentro de mucho.
ResponderEliminar¿Quien dijo prisa?
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