El Voltarén, las Compeeds, el Ibuprofeno, las barritas energéticas! Wow! Wow! Uhu!
Qué agobio! El espíritu olímpico ha hecho mucho daño a esto de caminar. El campo es un sitio con bichos y cuestas, tampoco hay que volverse locos.
Claro que el Alto De Portela se las trae, no tanto por sus 420 m sino porque se suben en muy poco trecho, como de repente, y la senda transcurre por escorrentías estrechas llenas guijarros sueltos. Pero vamos, con toda su dureza no es O Cebreiro ni el Pirineo. Si hay que saltarlo se salta sin necesidad de esos aplausos de una reunión de auto-ayuda para cada uno que llega a la cima.
Por favor! Menos ruido, menos medallas y más humildad.
Se está acabando Portugal, y habrá que volver para disfrutarlo más. Este valle es de una belleza casi obscena, y el Camino va adoquinado con césped entre cada bloque y con sombra de un techo de parrales... un lujo.
El albergue.... en medio de la nada (nada es NADA) y el pueblo son casas muy aisladas unas de otras. Llueve y voy a empezar a pegarme con la señal de internet.
Bom Caminho
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