IR, de eso se trata
IR, porque eso es querer mirar lejos. IR, y no irse, porque eso es escapar de donde estoy.
IR es tomar la decisión de hacerlo, sea cuando sea el momento de iniciar la marcha. IR es tener curiosidad por algo diferente de lo cotidiano, aunque no sea nuevo, y eso ya supone un buen porcentaje del disfrute del viaje. IR es también el preparar la marcha y documentar los lugares a visitar, que es otra parte importante de la experiencia.
IR es poner un pie delante de otro, ser poco asequible a las dificultades que supone salir del sofá, IR es llevar los ojos bien abiertos y los pulmones ansiosos de otro aire.
IR es una construcción permanente, porque unos momentos más tarde seré diferente y mis intereses pueden haber cambiado. Yendo puedo descubrir cosas nuevas que me hagan tener otra opinión, y también es posible que al IR me pierda, y eso sí que es ganar lo imprevisto, lo desconocido.
IR es deseo, y como tal deseo se convierte en insaciable. Por eso IR no necesariamente es llegar, si fuera así se requeriría el logro de un objetivo para disfrutar, y no es el caso. No hay contradicción: una cosa es el placer de preparar concienzudamente un viaje y otra es el placer de viajar. Otro día hablaremos de la diferencia entre este IR y el viajar como consumo sobrevalorado.
IR, hacerlo ya. Y cuando he iniciado hoy la marcha me olvidé de que éste es un viaje ya cancelado por circunstancias del año pasado, ya olvidé que tampoco era así como pensaba marchar. Ya olvidé todo eso porque este primer paso, el que acabo de dar, es la primera vez que lo hago en mi vida.
IR es el gran acontecimiento en sí mismo, y más todavía si se puede IR caminando. Ahí sí que todo sube de categoría, porque al placer sensorial de todo viaje con ilusión se une también el placer físico y el emocional.
Alguien más ambicioso que yo diría que a IR se le puede pedir más; a mí, la verdad, es que no se me ocurre.
Yo iría, pero hombre ya que vas tú.
ResponderEliminarIría pero me lo cuentas tan bien que me emociona y siento que estoy ahí contigo viendo todo ese paisaje, respirando ese aire tan saludable.
Iría por estar juntos y experimentar cada paso como si fuera la primera y única vez.
Iría pero ir por ir...
Buen planteamiento, has conseguido plasmar lo que sin darnos cuenta nos mueve cada vez que salimos de nuestro espacio habitual.
ResponderEliminarBuen camino 🥰
Me estoy poniendo al día con tu blog!
ResponderEliminarY empatizo demasiado con todos los sentimientos que aquí plasmas...
... y muy bonito el comentario de Arturo ;)