Ya se ha dicho:

            "The people who are crazy enough to think they can change the world,

                  are the ones who do it".

Y hay gente que parece haber nacido para ello. Unos han tardado más que otros, a unos les ha resultado más sencillo que a otros, pero todos los que tienen esa señal en la frente acaban cambiando el mundo.

Unos cambian el mundo como planeta, otros lo cambian como sociedad, otros por el efecto de sus creaciones.

A mí me encantan los que cambian el mundo de las personas que están a su alrededor, los que de ninguna manera pasan desapercibidos, los que te enseñan cosas, los que te hacen crecer, los que se quedan como una referencia aunque sólo hayas transitado un segundo a su lado.

Los que te maravillan.

¿Hasta dónde llegaríamos sólo con lo que somos capaces de generar individualmente por nosotros mismos? Me temo que no muy lejos, y esos personajes son cruciales, hay que dejarles que encuentren su forma de expresar.

Hay que estar muy atentos a ellos sin darles talones en blanco. Por suerte, también son personas y son capaces de las mayores cagadas; si no fuera así, se convertirían en imágenes de yeso.

Lucas este frío invierno en Bruselas,

junto con otros cambiadores del mundo