lunes, 16 de junio de 2014

De Cudillero a Cadavedo


Parece que entro en la órbita jacobea, y bastante gente se muestra parlanchina y colaboradora:

- No hagas caso de las señales y vete por la carretera
- Ni se te ocurra meterte en el monte
- Tira por los pueblines, porque si te aburres siempre tienes sidra

El mejor ha sido un paisano como un castillo que me para a muy primera hora y me dice: "Peregrino, toma esta moneda y se las das al apóstol de parte del Japi, con mucha educación y respeto, para ver si hace un mundo mejor donde podamos vivir todos"

Tranquilo Japi, aquí la llevo separada del resto, y cumpliré tu encargo.

El camino de 9 horas por carretera, sin parar ni a comer, se ha hecho largo, y desde la mitad ya andaba un poco grogy, con la mente en blanco y sólo obsesionado por no perder la línea blanca del borde de la carretera. Sin los bastones para controlar el equilibrio iba haciendo eses y tendía a ponerme en el centro de la carretera. Tantas horas por asfalto machacan los pies, que están deseando un baño de árnica.

Ciertamente, como decía la guía, el albergue es bastante "básico", pero voy tan cansado que no creo que eche nada en falta.

Buen Camino.

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