miércoles, 12 de junio de 2019

De O Pedrouzo a Santiago

Santiago ¿Qué tendrá?

Puedes venir mil veces, puedes no considerarlo una meta, pues encontrarte cansado o con ganas de cama….

Es igual. Entras en esta plaza y necesariamente te emocionas.


La crónica de lo que has hecho para llegar hasta aquí se te escapa entre los dedos, parece como si el resto perdiera toda importancia. Es necesario pasar cuello abajo este momento para que todas las piezas vuelvan a colocarse en su sitio y darte cuenta de que, con un pelo de perspectiva, el viaje no consiste en llegar, sino en ir.


Y cuando vas, cuando decides levantar el culo y poner un pie delante del otro, casi cualquier Santiago es bueno. Éste de hoy está cargando de mitos y sueños como para convertirlo en un gigante, pero el Santiago que te hace moverte no está en estas preciosas piedras, está mucho más dentro.

Y mucho más escondido.


Hemos visto esto en el camino ¿Hay que añadir algo? Solo tal vez una cosa: es una llegada a Santiago sin Yayo esperando para abrazarle. Se me hace raro, se me hace incomprensible.

Buen Camino

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