martes, 4 de junio de 2019

De Pola de Allande a La Mesa

Madre mía!


Hace falta estar de una determinada manera para levantarse de la cama y echarse esto al cuerpo.

La subida de más de 600m, así para abrir boca y bajar el café, con suelo de piedras sueltas se las trae. Pero es que a la hora se puso a llover con ganas y con un viento bien fuerte que te pilla sin un árbol alrededor, cima pelada para tragárselo todo.


Para que no se te vuele la capucha tienes que cerrarla bien, con lo que solo he tenido la visión del medio metro alrededor de mis pies, y he dejado de sonarme los mocos porque ya me resultaba más cómodo que se los llevara el vendaval.

Mucha agua, mucho viento, mucha niebla. Mucho frío durante algo más de 4 horas.


Luego, al bajar de nuevo al valle (bajada de vértigo) la cosa se ha tranquilizado más, aunque me choca que ya me empiecen a decir en los albergues que no hay sitio, con lo que he tenido que alargar la marcha más de lo que quería, hasta llegar a un sitio que consta del albergue, una ermita y los generadores eólicos. Esto es lo que hay, me cenaré alguna piedra o algo así.


Buen Camino.

1 comentario:

  1. Creo que me quedaré en la playa después de leer esto ��

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