lunes, 5 de junio de 2017

De Negreira a Olveiroa

Largo, tediosísimo e incómodo trámite de treinta y tantos kilómetros.

Un trámite es aquello que necesariamente tienes que hacer y cuya realización no produce satisfacción alguna, excepto​ el mero hecho de terminar su tramitación. Esa es la historia del día.

  • Pero, al menos ¿es una ruta plana?
  • Pues no exactamente, muchas subidas y bajadas, de esas que no te das cuenta hasta que notas que te falta la respiración.
  • ¿Y ha hecho buen tiempo?
  • Pues no exactamente. Voy en camiseta porque tal vez tengo calor y, de repente, estoy helado. Parece que la niebla trae gotitas hasta que, de repente, estás calado.
  • Al menos sería bonito
  • Pues no exactamente. Campo muy agrícola sin gracia y, salvo alguna excepción, las construcciones eran todo un muestrario del "feísmo gallego". Este es un término que no me invento yo ni existe necesariamente fuera de Galicia, comprueben con Wikipedia. Claro, la naturaleza hace por si misma tal ostentación de elegancia y armonía que el listón está realmente alto; hace falta estar muy preparado para no caer en aberraciones cuando se trata de superar un nivel tan alto.

El caso es que poco después de las once, cuando ya estaba helado y calado hasta los huesos, se ha puesto bestia con la lluvia horizontal, y ahí no valen ni chubasquero ni nada. Así hasta las cuatro y media en que me he metido en este sitio.

No es que sea el mejor (tiene poco de todo lo que puedas imaginar, y que es muy distinto de "un poco de todo") pero ya no puedo con tanta agua, no solo la ropa puesta con los interiores incluidos, sino que me temo que toda la mochila y el saco están igual. Este es un sitio de peregrinos y en Galicia, y no tiene donde colgar ropa a cubierto, por poner un ejemplo.

Bueno voy a ver lo que puedo hacer. Bom Caminho de todos modos, y mañana más.

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