viernes, 4 de octubre de 2013

Gracias


Es fácil de explicar: por ser tú

Y no es sólo una frase llena de buena fe, que también, sino que se sustenta en todas las cosas que he recibido de ti en estos últimos 25 años, muchas cosas fundamentales para intentar ser mejor persona:
  • Me has ayudado a entender lo que significa el compromiso
  • Me has enseñado, desde ese compromiso, a no ponerme siempre en primer lugar
  • Me has hecho explicarme más y mejor, y hacerme entender
  • Me has demostrado que la esperanza no se basa en hechos, sino en sentimientos
  • Me has dejado noches sin dormir, pero ¿qué es eso ahora? Desde aquí sólo lo veo como la oportunidad para poder pensar más
  • Me has hecho ser más paciente, porque antes sólo tenía aguante
  • Me has hecho algo menos rígido, más abierto no sólo a lo diferente, sino a lo posiblemente contrario
  • Me has empujado, aunque ciertamente no siempre has conseguido, a que diera lo mejor de mí
  • Me has hecho vivir edades preciosas otra vez, y recordar quién era
  • Me has contado muchas cosas
  • Me has hecho reír a carcajadas
  • Me has enseñado una gran parte de tu mundo y me has dejado entrar en él
  • Me has tendido infinitos puentes para no romper nuestra comunicación, aún cuando yo podía estar levantando barreras
  • Me has aportado nuevos valores, más puros y más comprometidos, y a los que no había prestado suficiente atención
  • Me has trasladado tu ilusiones, aún cuando yo no era capaz de fabricarme las mías
  • Me has hecho ver lo que significa cumplir con tu palabra
  • Me has dicho muchas, muchas veces, la palabra precisa en el momento justo
  • Me has dado, desde tus nervios, una gran dosis de serenidad
  • Me has permitido centrar el conservadurismo, que poco a poco invade a todos los viejos, en la línea de saber que nuestro cariño es una roca
  • Me has maravillado, que es a lo que he venido
  • Y, por encima de todo, me has dado unos abrazos que aún siento en la piel



Casi todo lo que aquí escribo también te lo he dicho antes en palabras, pero este blog se creó, entre otras cosas, para comunicarme contigo, porque sé que lo que ves por este medio lo entiendes desde otro sitio, y así lo publiqué en mi primera entrada.

Hoy estás estrenando tus 25 años exactamente donde tenías que estar, que es donde querías estar. Hasta ahora, la experiencia de ambos ha sido apasionante para dejar dispuestos los carriles. A partir de aquí tú eres el único protagonista para llevar tu vida hasta donde sueñes, y ya me has demostrado que tienes los recursos personales y también la determinación para ello.

Me considero muy afortunado de poder unir mi felicitación al agradecimiento que te debo. Que quede así escrito por si, algún día, cualquier nubarrón nos induce a tener dudas. 




La primera foto es de una fría mañana en Segovia.
Tiene ya 5 años, pero es de las más tiernas que tenemos juntos, y a mí me dice muchísimas cosas

La segunda es de las últimas que tengo tuyas,
cuando este verano empezabas a fortalecer tus experimentos en una esquina de Abbey Road

1 comentario:

  1. bueno papá, yo solamente estoy floreciendo,
    floreciendo de aquello semillita que un día plantasteis :)
    el mérito es del los jardineros ;)

    ResponderEliminar