sábado, 12 de octubre de 2013

Transición

Para pasar del sur al norte, hay que ir por el este, eso es lo que tiene la geografía, pero no sé cómo hace la gente para evitarlo.

Así que me he hecho el Este, tomándomelo tranquilo porque no hay otra manera para tomarlo. Si uno va en plan tour operator, seguramente le parecerá sosete. Si va con los poros abiertos, es vasodilatador.

En los primeros 200 km no he visto a nadie a lo largo de una ruta enrevesada bordeando la orilla de los fiordos, luego he hecho un paso de montaña con nieve hasta llegar a lo que se considera una ciudad, ya en el interior.

El Este ha sido siempre la parte aislada de la isla, hasta que hace cuatro días abrieron la carretera 1 ¿por qué la hicieron? La verdad es que queda mal no tener una carretera que circunde la isla, pero llegar, lo que se dice llegar, no llega a ningún sitio, porque no hay Nada ni Nadie. Creo que la han abierto a finales de los 70 por el gusto de hacer la ronda, a pesar de que no he visto a ningún guardia civil.

La carretera 1 es como la del Cañarete, pero sin arcén, hoy he pasado algún tramo largo con el firme de tierra, y lo que no entiendo es por qué casi todos los cientos de puentes que atraviesa son de un carril ¿tan seguros están de que se los llevará el agua cada año, que ya no se preocupan?
He leído en algún sitio que "este pueblo tiene más letras en su nombre que habitantes", y es muy aplicable a los pocos "pueblos" de la costa, con unas docenas de personas ocultas y dedicándose supongo que a la pesca, pero, vamos, no son Bermeo.

Son asentamientos con poco más de 50 años, y la gente habita en chambaos. La mayoría con buen gusto y ninguno cutre (ahí está la diferencia) pero estoy acostumbrado a que un "pueblo" rezume historia, tradición o personalidad. No es el caso.

Casi a la mitad del viaje tengo más que cubiertas las expectativas: sorpresas, paisajes, diferencias, auroras.... La de que me cuenten su reacción a la crisis aun no la he conseguido. No es gente de mucho hablar, no. Hasta ahora me he movido en ambiente muy rural, y tal vez en la capital sea distinto.

El caso es que no hay bares ni cojo taxis ¿cómo voy a hablar en esas condiciones? Incluso las granjas no son lo que cabria esperar, con fuego de campamento y todo eso. Las granjas son granjas, donde suelo estar solo y los granjeros viendo rumiar a las ovejas, y tienen a la abuela para recibir al despistado y darle el desayuno.

Cuando les pido que me den la contraseña de WiFi me miran como si viniera de otro planeta, y tienen razón ¿quien va a llegar hasta aquí para pillarles la red? Qué cosas tenemos en el continente...

Al menos, el granjero de hoy se dedica a los caballos y he podido charlar un rato para salir de dudas. Se calcula una cabaña de casi 100.000 animalitos, de los que menos de la tercera parte tienen dueño y los dedican a las carreras (muy curiosas sus carreras). El resto son una especie de plaga endémica pero, me dice, "como tenemos sitio, hierba y agua, no nos preocupa". Ni siquiera se los comen, de los que tienen dueño sí hay una parte que van al matadero o a la exportación, pero los silvestres nada.


La curiosidad de la granja de hoy: en el cuarto de baño hay una mesa y cuatro sillas. Le encantaría a algún tahúr que conozco.

Qué país

2 comentarios:

  1. Y como se diría, ¿qué lleva la ensalada de la casa con tantas consonantes?

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  2. Hoy han dicho en el documental de la 2que literalmente se esta dividiendo en dos la isla. Cuidado con las grietas. Me he emocionado con la aurora que se escucha cuando aparece?. Hazle una foto a algún caballo y vente para aquí a ver si lo vendemos en estilo campo. Disfrutalo y un beso. Esperando que no aparezca HuyHuyHuy


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