¡Qué día tan feo!
Feo el estado físico, todas las carreras de ayer han pasado factura, y he caminado el día completo a medio gas.
Feo el camino, casi todo el tiempo pegado a una carretera con muchísimo tráfico. No es lo mismo andar POR una carretera solitaria que andar JUNTO a una donde no paran de pasar camiones.
Feos los pueblos, de esos que han prosperado y se han cargado lo que pudieran tener de interesante para construir como en cualquier barrio periférico de una ciudad grande.
Feo el día, con luz fea y con ese quita y pon del chubasquero; si te lo pones te cueces y si te lo quitas te calas.
Con ese ambiente he querido adelantar lo más posible en lugar de hacer paradas en lugares más preparados. La cuestión es que mañana toca pasar los Montes de Oca antes de llegar a Atapuerca, y parece que son unas rampas terribles.
Cuando por fin he llegado donde tenía previsto, y me dicen que está lleno, casi me pongo a llorar solo de pensar que había que caminar una hora y media más hasta el siguiente pueblo.
Por fin he dado con un refugio que comparto con dos holandesas y un americano, pero han sido 24 km. en malas condiciones que me han dejado muerto. Veremos si me repongo para la exigente etapa de mañana.
Paciencia hermano, así es el camino.
ResponderEliminarUn abrazo