Durita y larga.
Algo más de siete horas con una subida de ocho km muy embarrados y una bajada de otros tantos, muy fuerte y con mucha piedra suelta. Todo el camino llano después hasta Puente la Reina se ha hecho eterno. He hecho la prueba ahí de cambiar las botas por las playeras y funciona perfectamente.
En Puente la Reina me he metido en el primer albergue que está de maravilla. Supongo que es un hotel al que le han añadido los servicios de peregrinos (y sus pecios) pero las instalaciones son fantásticas en todos los sentidos. Me temo que hoy no les saldrán las cuentas, porque en el buffet he comido y bebido hasta donde me ha aguantado el cuerpo (y para esas cosas suele aguantar bastante).
Luego una colada y una siesta hasta coger ganas de dar una vuelta por este pueblo tan bonito.
Buen Camino
tienes cara de desfallecido en la foto!
ResponderEliminarpero seguro que te lo estás pasando pipa :)