sábado, 1 de junio de 2013

De Pamplona a Puente la Reina

Durita y larga.

Algo más de siete horas con una subida de ocho km muy embarrados y una bajada de otros tantos, muy fuerte y con mucha piedra suelta. Todo el camino llano después hasta Puente la Reina se ha hecho eterno. He hecho la prueba ahí de cambiar las botas por las playeras y funciona perfectamente.


Cuando te quitas las botas y la mochila sientes lo que supongo que sentía Teresa de Jesús cuando rezaba y se elevaba del suelo. No sé si la levitación de los místicos era muy diferente, pero me hago una idea bastante precisa.


Ya he salido de los Pirineos, aun hay algo de bosque pero es sobre todo un paisaje de vegas, cultivos y flores, muchas flores.

En Puente la Reina me he metido en el primer albergue que está de maravilla. Supongo que es un hotel al que le han añadido los servicios de peregrinos (y sus pecios) pero las instalaciones son fantásticas en todos los sentidos. Me temo que hoy no les saldrán las cuentas, porque en el buffet he comido y bebido hasta donde me ha aguantado el cuerpo (y para esas cosas suele aguantar bastante).

Luego una colada y una siesta hasta coger ganas de dar una vuelta por este pueblo tan bonito.

Buen Camino

1 comentario:

  1. tienes cara de desfallecido en la foto!
    pero seguro que te lo estás pasando pipa :)

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