Así dicho parece una barbaridad pero, en realidad, he salido en autobús hasta el límite urbano, y ahí he empezado a caminar en Villar de Mazarife, Hospital de Orbigo y hasta Astorga. Sigue siendo largo, pero con un día de descanso previo, un bonito paisaje y frío (mucho frío, como 9°) se puede hacer.
Bueno, bueno. Esto ya es otra cosita: Un campo muy variado y bonito, pueblos con sabor, montañas, las primeras vacas... no voy a decir que caminas sin darte cuenta, pero es mucho más llevadero.
Así, que vuelvo a mis andares, a las andadas, andanzas... Hay cantidad de palabras en este que idioma que sé manejar, pero me costaría definir con precisión. El mapa me lleva por caminos o por andaderos, y en Castilla tenía la opción de ir por el páramo o por la estepa, sin saber elegir cuál me resulta más desalentador. Tengo que meterme a estudiar mas el diccionario de la RAE.
Astorga me ha sorprendido; te esperas casi todo menos una fachada barroca en su catedral (tampoco te esperas una catedral) ni mucho menos un palacio de Gaudí, tan de cuento de brujas tenebrosas como todas sus cosas. Y para terminar de introducirme en el medio, me he zampado un cocido maragato que ha cubierto con creces mis necesidades de grasa y proteínas para los próximos años. Ha sido una auténtica barbaridad, pero finalmente los camareros me han hecho la ola porque "me he portado como un campeón".
Yo sigo adelante, pero mentiría si dijera que sin daños colaterales. Es verdad que me noto más fondo, pero las plantas de los pies, que no ningún músculo, empiezan a estar machacadas ¿será porque estoy ganando peso con estas comilonas?
En fin, de momento sigo vivo, y lo que me espera hasta Galicia promete mucho. Ya veremos.
Buen Camino
Enhorabuena, ahora empieza lo bueno.
ResponderEliminarLo del maragato no te lo perdono, que eso son cosas mías.
Respecto a los pies en el próximo camino le haremos caso a Carmela, leyéndote, pienso que lo del carácter castellano debe de estar muy influenciado por el entorno. Mira que son listas las niñas.
Bsos.