Tiene fama, y la merece.
Muy larga, ascensión de 900 m. y, a veces, con una pendiente que parece imposible. Pero aquí estoy, en la Galicia de verdad con sus bosques de castaños, sus piedras y su pulpo, mires donde mires.
Bonito sí es, tanto las trochas que van por un auténtico túnel, como cuando paras a respirar y ves los inmensos valles que vas dejando por detrás. Tal vez con menos padecimiento se disfrutaría más.
Estoy destrozado, es lo único que se me viene a la cabeza, y necesito reponerme de pies, de piernas (que empezaron a dar avisos con calambres) y pegarme una buena siesta. Lo de ducharme me parece ahora mismo un esfuerzo sobrehumano, porque hay que bajar y subir dos pisos del albergue. Paso.
Buen y mejor Camino para mañana
Vive y disfruta que San Juan y las hogueras ya lo tienes muy visto.
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